Una lúcida vecina residente en el centro de Alicante acudió al hospital de San Juan ante el temor, finalmente infundado, de haber sido contagiada de gripe aviar tras haber practicado el "boca a boca" a un ejemplar de paloma encontrada enferma en la calle.
La mujer, de avanzada edad, en su afán de proteger a los animales, hizo el "boca a pico" a una paloma que halló en plena calle y que estaba muriéndose. Se llevó la paloma a casa, intentó reanimarla, no pudo y entonces pensó en hacerle la respiración artificial y le insufló aire desde su propia boca y pulmones a través del pico, a pesar de lo cual la paloma falleció, pues su estado era irrecuperable ... Ohhhh.
Desde hace días la mujer sufría un proceso gripal y explicó que, al contar su forma de reanimación a la paloma, varios "amigos" la convencieron para llevarla al hospital de San Juan, donde los médicos la sometieron a pruebas y determinaron que se trataba de una gripe normal y corriente.
La señora en cuestión, que regresó a casa para continuar la recuperación de la gripe, es conocida en el barrio por acumular "varias multas" por repartir migas de pan a las palomas infringiendo la ordenanza municipal que prohíbe alimentar a estas aves, de las que hay una numerosa colonia en la ciudad...
Sucedió en Alicante, 2006...
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