miércoles, 26 de diciembre de 2007

caída libre versus lechugas rhapsody


Hoy, 7.55 a.m., segunda y espectacular caída de la temporada.

Pues sí. Entrando a trabajar, he cruzado el hall con tanto ímpetu que, aún no sé muy bien cómo, he derrapado al lado de la entrada, para terminar cayendo más o menos en plancha a escasos 30 centímetros del árbol de Navidad. Los asistentes masculinos al evento, muy solícitos y me imagino que sorprendidos por mi inesperada demostración de triple picado con tirabuzón y medio adelante, vinieron rápidamente a rescatarme...Bueno, a mí, a un tacón que me dejé por el camino, a mi bolso, y a parte de su contenido, que tras volar en todas direcciones, estaba esparcido debajo del árbol como si fueran regalitos. Todo muy navideño, con las luces de colores chispeando entre las ramas como paisaje de fondo, y todos agachados debajo recogiendo mis cosas. Menos mal que conseguí esquivar el árbol...!!

Pero bueno. No ha habido más incidentes, y en un rato mi orgullo personal se ha recuperado del todo. Sipp, porque además, mi último vestido nuevo ha causado furor: en el super, primero me han cedido más que amablemente el turno en una de las colas; luego otro chico, con la malísima excusa de recomendarme una marca de queso de cabra (¿acaso tengo yo cara de que me guste especialmente el queso de cabra?...) ha aprovechado para -como casualmente- invitarme a un café, que por supuesto he rechazado; y luego otro, -sin duda el mejor, top of the tops del día y causante de su inclusión en el post de hoy,- que por quedarse mirándome pasar hacia la sección de congelados, ha estrellado el carrito contra una montaña de lechugas que han ido cayendo a su alrededor. Plof plof.


Total. Que ahora tengo al pobre vestido abrumado por los estragos causados, mientras que yo a cada rato me parto de la risa pensando en las lechugas cayendo tan graciosamente...


Canción del día:"Darts of pleasure", Franz Ferdinand.

lunes, 17 de diciembre de 2007

diciembre en diciembre

DICIEMBRE

(Yo también quiero cambiar de una vez)

Lo que yo daría por volver a ver
las calles ardiendo mientras tiembla la ciudad
bajo mis pies.

Todavía siento la electricidad
pero los inviernos cada vez me pesan más
y no sé qué hacer.

Y los días pasan sin que pueda ver la luz del sol
y con cada amanecer el frío aquí me hiela el corazón,
pero da igual, no cederé, voy a esperar que pase
diciembre, diciembre.

(Yo también quiero cambiar de una vez)

Lo que yo daría por recuperar
la mirada clara del que sabe que esta vez
lo va a lograr.

Yo que me peleo con la decepción
desde mi ventana todo sigue siendo igual
sigue siendo igual.

Y los días pasan sin que pueda ver la luz del sol
y con cada amanecer el frío aquí me hiela el corazón,
pero da igual, no cederé, voy a esperar que pase
diciembre, diciembre...

("Diciembre", de Cooper...)

sábado, 15 de diciembre de 2007

colombofilia



Una lúcida vecina residente en el centro de Alicante acudió al hospital de San Juan ante el temor, finalmente infundado, de haber sido contagiada de gripe aviar tras haber practicado el "boca a boca" a un ejemplar de paloma encontrada enferma en la calle.

La mujer, de avanzada edad, en su afán de proteger a los animales, hizo el "boca a pico" a una paloma que halló en plena calle y que estaba muriéndose. Se llevó la paloma a casa, intentó reanimarla, no pudo y entonces pensó en hacerle la respiración artificial y le insufló aire desde su propia boca y pulmones a través del pico, a pesar de lo cual la paloma falleció, pues su estado era irrecuperable ... Ohhhh.

Desde hace días la mujer sufría un proceso gripal y explicó que, al contar su forma de reanimación a la paloma, varios "amigos" la convencieron para llevarla al hospital de San Juan, donde los médicos la sometieron a pruebas y determinaron que se trataba de una gripe normal y corriente.

La señora en cuestión, que regresó a casa para continuar la recuperación de la gripe, es conocida en el barrio por acumular "varias multas" por repartir migas de pan a las palomas infringiendo la ordenanza municipal que prohíbe alimentar a estas aves, de las que hay una numerosa colonia en la ciudad...

Sucedió en Alicante, 2006...

viernes, 14 de diciembre de 2007

post-it nº 39

la la laaaaaaaa...............(*)

(*)= canta la hormiguita trabajadora

miércoles, 12 de diciembre de 2007

post-it nº 17


pintar, pintaaar, pintar sin paraaaaaaaaar......
mojar y extender y vuelta a empezaaar....

sábado, 8 de diciembre de 2007

john the walrus




En un break mirando el calendario me acabo de dar cuenta de que hoy hace 27 años de aquel 8 de diciembre!



La ocasión bien merece una superentrada, ¿no?

Aquí algunos de mis favoritos :-) Entre las patillas, la sonrisa, los bailecitos, el saxo y la pedazo de canción, me mataaaaaaa!! que no respondooo!!!



Y en el segundo ese acento irresistible.....!!! jijiiir


Eso sí, que conste que en todo caso Yoko me sigue pareciendo una cucaracha!!
'Salright, 'salright.........

jueves, 6 de diciembre de 2007

oda homenaje al siete y pico

A falta de algo más de un mes para el día O, y tras un día de verdadero i-n-f-i-e-r-n-o, hoy, fecha en que además cumple 10.007 días, ella ha decidido reconciliarse con su 7. :-)
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(Porque al fin y al cabo, la ventaja de los buenos, en que aún en sus peores momentos, siguen siendo buenos...E. dixit.)
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Dedicado a los que, como el 7, me ayudaron...

martes, 4 de diciembre de 2007

relojes

"El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que antes doliera cada movimiento de la manecilla del reloj. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mí."
S. Meyer.
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Me he comprado un reloj. A simple vista, no parece algo para contar. Pero sí lo es: hacía meses que no llevaba uno.

El último, fue el reloj de él. Me lo dio en un aeropuerto, antes de irse, en una de nuestras despedidas. Desde entonces, lo llevaba siempre: negro, sencillo, masculino... Podría ser un reloj cualquiera, pero era su reloj. Para mí, como él mismo rozándome la mano.

Después de despedirnos, la última vez, no me lo quité. Se había acostumbrado a mi muñeca. Pero de repente, poco después de que se fuera, se paró. A pesar de todo, lo seguí llevando conmigo, a las cinco y cuarto infinitas, hasta que cansada de inventarme excusas sobre el reloj parado, lo llevé al relojero. No era la pila, no tenía arreglo. Fue la señal. Volví a casa, aún con él agarrado a la muñeca, y con mucho cuidado, me lo quité.

Desde entonces han pasado ya muchos meses, y aunque tengo varios, y me encantan los relojes, sin embargo nunca fui capaz de ponerme otro.

...

Hoy, mientras hacía unos recados, le he oído llamarme desde la vitrina: "Hey, guapa, ven a verme, soy tu nuevo reloj." Me acerqué y nos quedamos mirando. Minutos después, ya en la tienda, la chica se ofreció a ponérmelo, pero quise hacerlo yo. "Clic, clic", me dijo al oído, "hay tanto por hacer".

Eran las cinco y media.
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Ahora lo llevo puesto. Es sólo mío, de nadie más. Es mi nuevo, primer reloj, y está en mi muñeca, saltando de alegría, como un loco.

:-)

domingo, 2 de diciembre de 2007

box full of letters

(o cómo una sola canción puede transformar el final de un domingo horrible en el comienzo de una buena semana) :-)



snif, ¿ por qué ya no se hacen videos así ? :-(

sábado, 1 de diciembre de 2007

escher works

(Hay ciertos grados de frikismo, que aún con Escher como causa, llegan a ser preocupantes.)




Tres gallifantes y un piso en marina d'or para el primero que me encuentre aquí las siete diferencias.