lunes, 19 de mayo de 2008

C, de Clayton

Uno de los placeres de la vida consistía en acompañar a Inge a la laundry, el cuarto de las lavadoras, situado en el sótano del edificio. Miraba cómo la ropa daba vueltas dentro del tambor y, durante estos momentos, Inge observaba al desconocido que fumaba esperando su ropa.

Tenía que ser soltero a la fuerza porque él mismo se ocupaba de su ropa sucia. Inge le encontraba un aire a Robert Redford a ese americano de unos treinta años, serio, erguido en su traje.

Había descubierto a qué hora bajaba a la laundry y nunca dejaba de ir. Nunca se ha visto una mujer arreglarse tanto para ir a hacer la colada.

- Acabará fijándose en mí- decía.

Se las apañaba para marcharse justo cuando se marchaba él. En el ascensor, apretaba el número 16 ostensiblemente, para que él supiera en qué piso podría localizarla. Él, en la luna, apretaba el 32.

- El doble de dieciseis: es una señal- suspiraba ella.

"Lo que me faltaba por oir", pensé.

Aquel idiota no se daba cuenta de su presencia. Por mi parte, la espumosa ropa de la lavadora me parecía infinitamente más interesante que él. Pero, en esta cuestión, no conseguía que Inge compartiera mi punto de vista.

- Estoy segura de que lleva gafas para leer- murmuraba ella-. Tiene una pequeña marca sobre la nariz.

- Un hombre con gafas: qué poca cosa.

- Me encanta.

Investigué y descubrí que el señor de sus pensamientos se llamaba Clayton Newlin. Con una sonrisa de oreja a oreja, corrí a anunciárselo a Inge, convencida de que eso la curaría de sus males.

- No puedes enamorarte de un tipo que se llama Clayton- dije como una evidencia.

La joven se acostó en su cama, y repitió, pasmada:

- Clayton Newlin... Clayton Newlin...Clayton... Inge Newlin... Clayton Newlin...

De repente, su caso me pareció desesperado.

Merecía la pena ser sublime más allá de lo imaginable, si era para prendarse de Clayton Newlin. ¿Qué sabía de él? Que lavaba su ropa, que llevaba gafas para leer... ¿Acaso eso era suficiente? ¡Ah, las mujeres!


Amelie Nothomb, "Biografía del hambre".

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